El contestador automático y su origen religioso

Me ha resultado curioso descubrir que el contestador automático fue creado para cubrir las necesidades de un público muy y muy específico…

En el año 1898 el ingeniero danés Valdemar Poulsen (1869-1942), empleado de la compañía de teléfonos de Copenhague, inventó un aparato bautizado Telegraphone.

El invento era una máquina capaz de grabar y reproducir sonidos. Fue el primer aparato práctico para este fin y el origen del contestador automático.

Valdemar Poulsen, inventor del padre del contestador automático

Con el Telegraphone el registro se hacía sobre un carrete de hilo de acero que se desplazaba entre los polos de un electroimán. Lo que quedaba registrado, eran las variaciones del campo magnético producidas por los sonidos. El hilo magnetizado se utilizaba posteriormente para la reproducción del sonido, dando como resultado la escucha de la conversación previamente grabada.

No hay unanimidad respecto la autoria de este invento. Mientras que algunos lo atribuyen al alemán William Müller otros lo hacen a William Schergens.

Sin embargo, en 1935, Willy Müller patentó el primer contestador automático que utilizaba el mismo sistema magnético que su predecesor.

Este primer contestador era una máquina de un metro de altura, que tenía como objetivo el mercado de los emergentes hombres de negocios de la comunidad judía-ortodoxa.

Dichos empresarios vieron cómo el aparató les facilitó mucho y mucho la vida ya que tenían prohibido coger el teléfono en sábado o Sábat.

¿Qué és el Sábat?

El Sábat es el ritual de descanso semanal de los creyentes del Judaísmo. Esta jornada hace referencia al día de reposo tras los seis días de trabajo por a la creación del mundo, según el libro del Génesis.

Sábat deriva del verbo hebreo shavát. Todo y que a menudo se traduce como «descanso» o «descansar», otra traducción de esta palabra es «parar (de trabajar)».

Durante este día la comunidad judía no tiene permiso de trabajar. Están prohibidas tareas como cosechar, moler, esquilar lana, tejer, coser, atrapar a un animal. También escribir dos o más letras, construir, tocar un instrumento musical, lavar ropa y evidentemente, descolgar el teléfono!

La evolución del contestador

A finales de la década de los 50, el prolífico inventor japonés de la empresa Phonetel, Kazuo Hashimoto, desarrolló su primer modelo de respuesta automática, el llamado Ansafone (del inglés answer [contestador] i phone [teléfono]). Este aparato, que patentó y comercializó en los Estados Unidos, fue la primera máquina contestadora digital que fue puesta a la venta al público.

Hashimoto, desaparecido en 1995, registró más de 1.000 patentes en todo el mundo a lo largo de su vida. Por ello fue galardonado con diversos reconocimientos por sus destacadas contribuciones en el campo de la telefonía. Entre sus inventos tenemos el Caller-ID, el sistema de identificación que emite los datos del origen de una llamada antes de decolgar el teléfono.

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